Por Amy Norton
NUEVA YORK (Reuters Health) - La combinación de psicoterapia y entrenamiento físico ayudaría a las personas con fatiga resistente después de un accidente cerebrovascular (ACV), según sugiere un nuevo estudio.
Los pacientes se sienten cansados durante los meses, o años, después de tener un ACV. Entre el 38 y el 73 por ciento de los sobrevivientes padecen fatiga persistente.
Los expertos sospechan que influirían distintos factores, según las características de cada paciente. En algunos, sería el daño cerebral por el ACV, mientras que en otros actuaría la depresión, las limitaciones físicas o una reducida aptitud física.
Ciertos tratamientos, como la fisioterapia, les brindan alivio a algunos pacientes con fatiga. Pero dado que se desconoce la causa, no existen terapias estandarizadas para tratar la fatiga después de un ACV, según comentó Aglaia Zedlitz, autora principal del estudio.
"La fatiga post-ACV fue siempre un trastorno olvidado en la atención y la investigación, aunque en muchos pacientes provoca complicaciones graves", dijo Zedlitz.
Con su equipo, de la Universidad Radboud, en Nimega, Holanda, evaluó dos tratamientos: terapia cognitiva y "entrenamiento físico gradual", que incluyó el uso de una cinta para caminar, ejercicios de fuerza y actividad física "para el hogar".
El equipo reunió a 83 pacientes con fatiga crónica desde hacía cuatro años, después de haber sufrido un ACV. Al azar, la mitad recibió sesiones de terapia cognitiva durante 12 semanas y la otra mitad, la terapia más el entrenamiento físico.
La terapia cognitiva, administrada en sesiones semanales en grupos reducidos, se concentró en las estrategias para aliviar la fatiga en la vida diaria.
"Los pacientes aprendieron qué es la fatiga, que es un problema común después de un ACV, qué es lo que le causa la fatiga a cada uno y qué pueden hacer diariamente para contrarrestarla", explicó Zedlitz.
A las 12 semanas, el 58 por ciento de los pacientes tratados con la combinación terapéutica tuvo una mejoría "clínicamente significativa" de la fatiga, según cuestionarios estandarizados, comparado con el 24 por ciento de los pacientes tratados sólo con terapia cognitiva.
Los resultados, publicados en la revista Stroke, sugieren que la combinación de la terapia cognitiva con el ejercicio aliviaría la fatiga post-ACV. Pero una limitación del diseño del estudio fue no incluir un grupo de control, es decir, un grupo sin tratamiento.
Zedlitz comentó que la combinación terapéutica está empezando a ofrecerse en Holanda, aunque aún se necesitan más estudios sobre su efectividad.
Hasta ahora, el equipo estudió a sobrevivientes de un ACV con buen estado físico. Según aclaró la autora, ninguno había padecido alteraciones cognitivas leves y todos podían caminar sin ayuda.
Los participantes habían tenido el ACV varios años antes, por lo que se necesitaría investigar si intervenir más tempranamente daría mejores resultados.
FUENTE: Stroke, online 2 de febrero del 2012